¡Basta ya!

El mundo se está movilizando. 

La gente sale de sus casas y de las redes digitales para tomarse las calles, las plazas, los espacios públicos… para dejar el activismo virtual (este mismo, por cierto) y pasar a la acción real.

En los últimos días, semanas y meses,  todos hemos sabido, vivido y quizás participado de alguno de estos movimientos. Las motivaciones son variadas: la oposición a una dictadura, el rechazo a un proyecto que en pos de un determinado modelo de desarrollo e intereses comerciales arrasa con el medio ambiente y el patrimonio natural, el hastío frente a un sistema político y económico que esclaviza e indigna, la defensa -prontamente quizás– de la posibilidad de amar de manera igualitaria.

Cada tema daría –y dará- para un post en este blog. Pero tratando de abarcar todo el panorama, siento que  a pesar de las diferencias de temas, argumentos, expresiones y represiones de cada una de ellas, el mínimo común se concreta en una expresión: “basta ya”. Basta ya de “presidentes” que limitan la democracia… basta ya de gobiernos preocupados por los intereses de las grandes empresas… basta ya del abuso de la banca… basta ya de creer que sólo hay un modelo de familia. 

Porque si nuestro primer derecho es que somos libres e iguales, ¿porqué hay algunos que gozan de mayor libertad e igualdad para decidir lo bueno y lo malo, lo conveniente o improcedente…?  Es una pregunta retórica… lo sé… de esas que parecen no tener respuesta pues simplemente «las cosas son así»… pero quizás sea por eso, precisamente, que el mundo se está movilizando.  

Nota: agradezco el link de este video a mi amigo Rodrigo Videla, que lo compartió en mi muro de Fb.